15 September 2006

A Ver Qué Cara Pones, Cabrona

¿Hasta cuándo coño te voy a tener que seguir soportando?
¡Refúndete en el infierno cabrona, pa lo mucho que me pinche sirves, puta madre!
De paso, métete tres palos por el culo, y cuando termines, le guardas uno a la perra harpía que te parió, y que nos hubiera hecho un favor si se muere antes de tenerte.
Pretendes que actúas por mi bien, pero nadie puede sacarte de tus cómodos laureles porque te encabritas y te vas. Tú puedes decir "YA" y todo mundo se calla, pero a tí nadie te dice un carajo porque abusas y te los chingas.
¿Quieres que me abra, quieres que te diga lo que siento? Pues ay te va, cabrona, con todo y gancho al hígado y latigazo al corazón, a ver si entiendes que SOBRAS, que ME ESTORBAS, y que ME VALES MADRES; que si no te fallo, es porque me sirve, y que si me haces encabronar, te ganaste a un enemigo de los que no se pinche van.
No tiene vergüenza fallarle a la gente como tu lo haces, no tienes palabra, y me pregunto hasta qué punto todas las mamadas amorosas que haces son para apaciguar la pinche pasa que tienes por conciencia, seca, encogida, arrugada, ennegrecida, dura, y a dos de podrirse. ¡Ojalá te mueras, y me quites el puto problema!
Me prejuzgas a mí y a los míos porque no tienes nada mejor que hacer, me quitas la palabra, me callas porque quieres, ¿Y todavía esperas que sea amable? ¿Que confíe? ¿Que te quiera?
El amor puede fallar, pero siquiera hace el intento. ¿Cuándo has tratado tú por mí?
¿Todo lo que te debo? ¡Te debo madres! Vete a cobrarle a tu madre, cabrona, que por su puta culpa saliste así de bruja. Si te dolió mucho el parto, ¡pos qué pinche bueno! No tienes idea el gusto que me da haberte lastimado, al menos entonces. Además, ay sí yo ni culpa tengo; yo no sabía ni qué jáez. En cambio, tú en pleno uso de tus facultades todavía eres pa portarte como niña pendeja (¿o qué, a poco "YA CÁLLATE" es una técnica madura de resolución de problemas?)
Me importa un carajo que me falles, porque ¿sabes qué? Ya me lastimaste lo suficiente. Lo suficiente como pa poner un puto límite. Lo suficiente como pa decir me vale madres. Me vales madres. Me vales madres tú, y tus cosas, y tu gente, y tu gato, y los pinches asesinos sentenciados a los que quieres más que a mí. Ojalá me mates, cabrona, pa que te vayas a donde perteneces, aquí y del otro lado.
Y nomás pa provocarte, ora me toca abusar a mí, hija de la chingada. Voy a usar todo el pinche poder que llevas veinte años dándome pa hacerte cagada. Voy a hacer lo más lastimoso que te puedo hacer. Voy a decirte 'ya no te quiero'. A ver qué cara pones, cabrona.

1 comment:

Nerea said...

Chevito...:(
Espero que este escrito de ira te haya ayudado, cuando menos, a relajarte un poco.
Después viene lo difícil, la sensatez...La familia es familia aunque no queramos y ni hablar, en esos vínculos emocionales no basta tener la razón para podernos marchar u odiar eternamente...
Ánimo, luego hablamos bien, que te sea leve, y por mientras, en lo que el coraje dura...que chingue a su madre!!!