28 March 2006

AL ESPEJO / MEA CULPA

Prepárense para otra de mis fantasías catastróficas y depresivas... sólo que esta no es tan fantástica.
Me miro al espejo, y veo brazos fuertes, lengua hábil, ojos sinceros, corazón apasionado... Pero veo otra cosa también.
Veo que tengo un corazón de vidrio, bello, y sobre todo reflejante, pero frágil.
Cubro mi debilidad con un reflejo fiel de lo que hay afuera, y cargo con las penas que veo, ora por no cargar con las mías, ora por falsa nobleza, ora por ego...
¡Me desplomo a llorar cuando me veo! ¡Me razgo las vestiduras!
Mi corazón no me contiene ni me carga; es hermoso y fiel, pero vacío, y me duele tánto decir "¿te ayudo?", que prefiero gritar "¡Te ayudo (y te jodes)!"
Públicamente, y en canicas ante todos ustedes, me admito débil y quebradizo precisamente por lo que ántes pensaba que era una de mis más grandes cualidades.
Perdónenme por confundir, con ustedes y con todos, la amistad con la dependencia, la proactivez con el paternalismo, la nobleza con la soberbia, la ayuda con la imposición.
Perdónenme por disfrazarles la debilidad de fuerza, perdónenme por el daño que les caucé y les cauce al no perdonarme por hacerlo... perdónenme porque a pesar de todos mis esfuerzos, sé que volverá a suceder...
Sí, me entrometí. Y lo disfracé de ayuda.
Tomé lo más noble que hay en el hombre, y en vez de hacerlo bálsamo, lo usé como daga para razgar el velo sagrado del respeto que se les debe a los seres queridos.
Perdónenme... y ayúdenme.
No sé qué escribir, no ha terminado de salir esto...
Quiero llenar la pantalla de peticiones de disculpas y ayuda.
No sé qué hacer; no sé qué quiero hacer. Ojalá no les haya hecho daño, y ojalá no se merme ni se destruya la amistad por las veces que he sido débil y frágil, y porque más de una vez me he metido a donde nadie me llama sin siquiera prever lo mínimamente previsible (culpa lata, penalistas, jajaja): que no tengo, ni tendré, la fuerza para remediarlo.
EL ACUSADO SE DECLARA CULPABLE.
SE LE CONDENA A PENA CAPITAL.
CONSÍGNESE.
COSA JUZGADA.


(...Dios, cuando me siento así de mierda, lo único que me queda es voltearte a ver.)

3 comments:

Nerea said...

La debilidad siempre es humana, y cuando logramos darnos cuenta de la dimensionalidad de esto, nos damos también de que ahí radica nuestra virtud. En sentir, en ser sinceros, en darnos cuenta de nuestros errores.
No es malo querer ayudar, por tanto no has hecho nada malo por sí; sólo no te habías dado cuenta de otra parte a cosiderar, y ahora que la notas, puedes corregir eso.
Te quiero mucho y me gusta ese cheve sincero,a partir de estas sinceridades es que crecemos. Es más fuerte quien sae mostrarse débil.

Unknown said...

¡Gracias, weyes, neto no los merezco! perdónenme, me siento taaaaan débil... ojalá en unos días se me pase el chille y pueda empezar a ver qué chingados hago pa corregirlo.

SkyAlert said...

No sé que es lo que pasó aquí, pero la verdad es que hay veces que uno cae en la depresión del error o del fracaso y el simple hecho de respirar nos duele. Vivir es un hecho tan lamentable como la muerte misma y tocamos fondo. Sabemos que la vida continuará son nosotros, nuestros amigos continuarán sin nosotros y los hemos lastimado. Nos duele haberlos lastimado. Y en cuanto nos volvemos atrás, ahí están los verdaderos amigos que no te reprocharán nada y aún creen en tí. Que eres parte de ellos, y nosotros somos parte de tí. Insisto, no sé lo que hiciste, pero el hecho de que estás vivo y conciente de tu error te da alas para corregirlo. Cuentas conmigo....